Quisiera, el día de hoy poder compartir una historia, o más que una historia es una anécdota personal.
La mayor parte del tiempo que INICIO UN PROCESO DE TERAPIA, trato de explicar que es un proceso.
Si quisiera definir el PROCESO DE TERAPIA, pudiese utilizar esta definición:
“No es un instante en el vacío que llena una visita fortuita, sino una progresión constante y escalonada que deriva de los mensajes, a veces crípticos, que originan en mentes en estado de complementariedad física y humoral. La terapia es un proceso de desarrollo orgánico que produce una cadena sinfín de reacciones emotivas, cognitivas y mnemónicas que para el resto de la vida modificará la fisiología cerebral de la paciente y del terapeuta en simbiosis empática. El proceso mismo es guiado por la dedicación, la persistencia, la constancia y el interés en un procedimiento que es tan trascendente y arcaico como lo es nuestra presencia, como ser civilizado, en este mundo.”
Para comprender lo que es un PROCESO, me gusta hacer comparaciones. Es por eso que les comparto esta Anécdota:
En 1998, tuve la oportunidad de vivir durante un año aproximadamente en Guatemala. Una experiencia única e inolvidable.
Mas o menos era el mes de junio (creo) que me invitan a ir de paseo a la ciudad de ANTIGUA GUATEMALA, un lugar hermoso y muy bello que cuando tengan la oportunidad puedan ir a conocer. En esta ocasión me indican que el objetivo de ir a ANTIGUA es poder subir el VOLCAN DE AGUA.
El volcán de Agua, también conocido como Hunahpú por los mayas, es un volcán inactivo situado entre el municipio de Santa María de Jesús en el departamento de Sacatepéquez, el municipio de Escuintla y el municipio de Palin ambos en el departamento de Escuintla en Guatemala, a pocos kilómetros de la ciudad colonial de Antigua Guatemala. Alcanza una altitud de 3760. El nombre español del volcán proviene de la corriente de agua y lodo que bajó en el año 1541 del volcán después de tres días de tormenta, destruyendo el segundo asentamiento de la capital de Guatemala, que se había establecido en donde se encuentra el moderno pueblo de Ciudad Vieja.
Desde el momento de la invitación me comencé a preparar, a buscar mochila, zapatos especiales para caminar, tienda de campaña, cantimplora, sleeping bag, gorro, callado, si ustedes recuerdan el personaje de RUSSELL de la película UP, es así como me miraba.
Llego el día. Uno llega antigua Guatemala y uno se va en vehículo hasta el otro pueblito que se llama SANTA MARIA DE JESUS, allí se deja el carro y comienza el recorrido a pie. Una caminata de 11km aproximadamente.
Como verán el cuerpo atlético que he tenido siempre, esta caminata la iniciamos a las 2pm y logré llegar a la cima a las 7de la noche aproximadamente.
A medio camino iba maldiciendo, ‘quien carajo me dijo que viniera’. ‘Por que vine….’
Me dio calambres en los piernas al mismo tiempo.
Me caí con todo y mochila.
Hacia un frio fuertísimo, y hasta que llegue a la cima me di cuenta que no llevaba un suéter que me abrigaba. Estaba tan helado que se formo escarcha en el zacate.
Uno hace el campamento en cráter del volcán.
A las cinco de la mañana nos despertamos hay que subir para llegar al borde de la cima.
A esa hora, con frio, adolorido he logrado ver una imagen que nunca se me ha ido de mi mente.
Te encuentra a una altura donde logras ver las nubes debajo de ti, logras ver la cima del otro volcán cercano (pacaya) y en el horizonte sobre las nubes ves salir el sol.
Es uno de los amaneceres increíbles….
Allí en ese momento dije ‘VALIO LA PENA’
Comparto esta historia, ya que es la mejor manera de poder comparar un proceso de terapia es con una caminata.
Normalmente uno llega al psicólogo y lleva consigo cargando una “mochila”, donde ha estado metiendo sus pensamientos, emociones, problemas, o también donde las personas que tienes a tu alrededor te han estado metiendo sus pensamientos, emociones o problemas.
El proceso de terapia te ayuda a limpiar, liberarte y poder tener una mochila más liviana. Como consejo sano: Entre más liviana sea tu mochila, más se disfruta el camino.
Las personas al iniciar un proceso de terapia hacen un esfuerzo, muchas veces un esfuerzo en tiempo, en reconocer que necesito ayuda, un esfuerzo económico, en hacer las asignaciones. Al igual que en la caminata uno va con un guía que te va indicando por donde va el camino.
Al igual que me sucedió en la caminata, muchas veces en los procesos llega un momento que comienza a cuestionarse “quien me dijo que me metiera a terapia”, los procesos terapéuticos son los espacios para dialogar sobre cosas que no nos gustan, sobre temas que pueden ser incomodos o que nos dan temor, pero recuerda que para eso es, es un espacio seguro para dialogar, sin temor al juzgamiento, señalamiento o rechazo.